B5 - Incursión a la Tierra del Dios Azul
Una estrella ha caído en el corazón de las estepas de las Tierras Nómadas y de ella ha empezado a extenderse una extraña jungla de hojas azules. Los animales mutan en sus cercanías, el cielo nocturno se llena de portentos y la gente tiene sueños y profecías nefandas.
Incursión a la tierra del Dios Azul es una aventura diseñada para un grupo de 4 a 5 jugadores con personajes de niveles 4-5. A efectos de juego, la jungla azul y la nave estelar estrellada en su centro, que es donde se desarrolla la aventura, pueden emplazarse en cualquier lugar que se desee, preferiblemente una localización remota y moderadamente desértica.
No obstante, en la ambientación de la Marca del Este, se encuentra localizada en las Llanuras de Geniges, en el corazón de las Tierras Nómadas, aunque, si resulta más conveniente para el DJ, podría situarse también en un lugar apartado de Visirtán, en una isla lejana o incluso en Ofir como un hexágono del módulo La ciudad perdida de Garan (X2).
A lo largo del módulo se incluirán indicaciones para emplear las reglas opcionales de cordura presentes en el Manual avanzado de Aventuras en la Marca del Este, pues el módulo se presta a su uso, y el Director de Juego puede querer aplicarlas. Recomendamos que posea este suplemento, pues se harán referencias a él a lo largo de la aventura.
Por último, si algo tiene que enseñar este módulo a tus jugadores, nuevos o veteranos, es “mira arriba, mira siempre arriba” y es un tutor severo.
Este módulo ha sido especialmente diseñado para usarse con el reglamento de Aventuras en la Marca del Este. No obstante, podrá ser empleado con otros juegos similares con relativa facilidad y aplicando pocos cambios, incluyendo la quitan edición del juego de rol de fantasía por antonomasia.
Esta aventura trata de emular los viejos módulos que aparecieran en su día para el juego que Aventuras de la Marca del Este clona, como homenaje a un estilo muy particular y querido de entender esta afición, así como una no disimulada pretensión de establecer una línea de aventuras clásicas, con el aroma inconfundible de antaño, sencillas y adaptables, sin pretensiones, como aquellas que jugábamos ya hace más de veinte años.